Perdiendo Peso


¡Cómo nos gusta cargar!¡Cómo cargamos kilos y kilos!, 

Sí, es verdad también cargamos con peso corporal, pero hoy me refiero a kilos de cargas, emociones y recuerdos. 

Si llegaste aquí pensando que revelaría un buen secreto para perder peso, no te equivocaste, sí lo haré, pero estos kilos los ponemos en tres grandes sacos con peso excesivo. Soltarlo o perderlo implica esfuerzo diario, constante, con dieta de palabra de dios, perseverancia, alegría al gusto y una pizca de sensatez (puede agregarse más en caso necesario). Estos sacos se llaman, pasado, presente y futuro, nombrados así por el tiempo que Dios nos ha regalado. 

El pasado es el más pesado, al ya haber acontecido es imposible borrar o rebobinar lo que pasó, aquí es cuando queremos una máquina del tiempo e ir a cambiar lo que no nos gustó, bonito pensamiento para una película, pero en la realidad imposible. Este peso se asemeja a la grasa abdominal ¡qué difícil perderla!, y es que los efectos de las decisiones tomadas por nosotros y por otros, nos afectan a lo largo de nuestra vida. Creo que, para remediar el peso pasado, hay que aprender a conocer la misericordia, esa cualidad tan profunda de nuestro Dios que nos recuerda su infinito amor, aun cuando hayamos fallado. Encontrarse con ese baño de misericordia, es encontrar el amor verdadero, confiar en Él, en su poder y su omnipresencia, esta cualidad nos da la oportunidad de pedirle que nos acompañe en los recuerdos, sobre todo aquellos que han dejado marcas, heridas profundas y otros hasta han destrozado nuestra esencia. Dios en su poder nos regala la oportunidad de invitarlo a nuestro pasado y cada escena poderla ver desde sus ojos de amor. Abrirnos a esa invitación nos llena de gracia, amor y sanación, puesto que en su infinito amor quiere lavar, limpiar y vendar todo aquello que venimos cargando. 

El presente se ha convertido en un gran peso, le damos un toque de pasado con proyección a futuro y cargamos el hoy con lo que ya fue y lo que aún no es, no dejando espacio para lo de hoy. 

El presente está para disfrutarse en gracia y amor, si bien es cierto hay que trabajar para lo que sigue, tendemos a enfocarnos en lo que aún no es y dejar de lado lo que ya es. El ahora es importante, ahora es tiempo de amar y agradecer, esos son los secretos diarios para dejar de cargar el hoy y empezar cada día con alegría y profunda esperanza. 

¡Qué les digo del futuro! esos son kilos traicioneros, aún no sucede y ya estamos ansiosos y preocupados, proyectando todo para allá y en nuestro interior ¿Qué hemos proyectado? ¿Qué tanto de mi día se roba el futuro?

Sabiendo que Dios es el único eterno, deberíamos dejarle cargar ese costal que llevamos a cuestas, aún sin saber si hemos de llegar. 

Viviendo en confianza nos brinda la oportunidad de soltar y dejarle a quién si puede lo que nosotros no y encargarnos solamente de nuestra parte, viviendo felices trabajando el día a día, disfrutando al máximo el amor y la oportunidad de tener un lugar seguro para descansar; ahí en los brazos de nuestro Señor. 

Te invito a perder peso, a ya no cargar demasiado a conocer la profundidad y la intimidad de la misericordia, a disfrutar la alegría, y si no la conoces a empezarla a conocer. Te invito a descansar en confianza en aquel que tiene el poder de amarte por la eternidad. Te invito a ser feliz con tu ayer, tu hoy y tu mañana. 

 

Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre. 

Hebreos 13 8



Argie Melero

 


Comments

Popular posts from this blog

Quisiera la fe del anciano Simeón

Configuración de Fábrica

El secreto de los santos